Lisa
Kostner
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Las gafas son en sí mismos un objeto esencial: tal vez una de las formas más sobresalientes jamás creadas. Los espacios están bien definidos: todo lo que se necesita para ver. La miopía puede considerarse un regalo: aprendes a ver bien con el corazón, dice un tal Antonio. Y así, el mundo se mezcla entre lo que sientes y lo que ves. Son dos mundos bien distintos y corren uno al lado del otro como sinapsis que de vez en cuando se encuentran y estallan en vida. O corren paralelos sin encontrarse nunca porque no perciben la necesidad de sentir para ver, la necesidad de ver más allá de la vista para ser. La exposición durante décadas a este accesorio simple pero incómodo, y sigue siendo un accesorio, ha despertado una predisposición natural para reconocer primero los dos mundos y luego comprender cuáles partes eran esenciales y cuáles eran dispensables. Por un lado, tocando la percepción visual de dos visiones en diferentes niveles que ha impulsado una evolución de los sentidos y una comprensión de la emotividad inherente a su propia figura dentro de la realidad en ese momento (externa e interna), por otro lado, generando una tendencia inherente a despojar cada fragmento del ser en una alfombra de verdad y esencia. Por eso, los anteojos fueron grabados y no pintados. Para excavar más profundamente, más allá del primer nivel de pensamiento. Entonces, el tema principal es la universalidad. La belleza y la alegría de este viaje es la comunicabilidad. El lenguaje inevitablemente constituye una identidad cultural que la capacidad emocional de ver trasciende, y es al comprender la nada que se entiende el todo y viceversa. Las construcciones lingüísticas no hacen más que promover diferentes puentes que hacen que la obra sea comprensible más allá del idioma para darle una universalidad visible y legible que destaca al espectador. ¿Y los ojos? Los ojos no conocen idioma. Los ojos hablan. Los ojos son sinceros: y hay una base de compartimiento que nos une como seres en la expresión emocional de lo que somos.
Lisa Kostner

EMOTIONAL EYES
¿DE CUÁNTAS PARTES ESTAMOS HECHOS?
¿Y CUÁLES SON ESENCIALES PARA VER?
MAYSEA STUDIO, 2020